En
este libro se ahonda en la educación colonial y se hace referencia inicialmente
al contexto de la colonización; luego se describe las características de la
educación tanto en tierras altas como en tierras bajas, para concluir con el
análisis de la educación en la etapa inicial de la creación de la república. En
todo esto, se considera los aspectos inherentes a las culturas y a las formas
de educación de los pueblos originarios, para así entender y comprender el
sentido de la educación colonial.
El
ayllu, como organización social, productiva y cultural de las sociedades
andinas, se asentaba sobre la base de un sistema de educación productiva y de
trabajo. Con la llegada de los españoles, las formas originarias de aprendizaje
y enseñanza se fueron modificando y la enseñanza obligatoria de la doctrina
cristiana a la población indígena afectó a esas formas, especialmente en el
comportamiento de los niños y jóvenes respecto de las normas comunitarias y sus
formas de autogobierno.
La
educación con una perspectiva teológica fue importante para la nueva elite de
españoles, criollos y mestizos de origen noble; la política educativa colonial
tanto para esa elite como para los simples hijos de mestizos y caciques tenía
una particular orientación cristiana. La evangelización, por su lado, se
masificó mediante la enseñanza de la doctrina cristiana en parroquias
instaladas en las provincias y pueblos indígenas. La asistencia a la misa los
domingos y días de fiestas era obligatoria, fuese en las doctrinas o en las
minas de Potosí.